domingo, 9 de junio de 2013

Irma Thomas...su majestad






La Reina


de New Orleans

está llegando ...

a la ciudad de los gatos...













Soberano de mi corazón
Ladrón de mi alma
¿Dónde puedes estar?
Te espero pacientemente


Mi corazón llora por dentro
un dolor profundo
¿Dónde puedes estar?
Te espero pacientemente


Cuando uno esta solo
las cosas se complican
Vuelve, vuelve, vuelve
Ya he tenido suficiente


Hazme una reina
feliz de nuevo
escucha mi llanto
y alivia mi dolor


...mmmmmmm


Cuando uno esta solo
las cosas se complican
Vuelve, vuelve, vuelve
Ya he tenido suficiente


Hazme una reina


feliz  de nuevo
escucha mi llanto
y alivia mi dolor

mmm mmm
mmmmmmmm.....


Ruler of my Heart (1963)– Irma Thomas











Ha sido mucho tiempo esperándola, demasiado…
Los años han ido pasando como las hojas de un libro, desgastado de tanto uso y tan voluminoso 
que parece que no se acabará nunca
(y esperemos que tarde en terminarse)

Un libro en el que hemos escrito y leído capítulos increíblemente buenos y muchos desgraciadamente malos, aburridos o decepcionantes.
Páginas y páginas llenas de experiencias de vidas intensas, rutinarias o solo intrascendentes,
pero todas con alegrías y tristezas, 
con infinidad de momentos únicos e irrepetibles…
momentos duros, exultantes, mágicos, dramáticos, inolvidables…

Pero el paso del tiempo ha hecho que la historia que aún seguimos escribiendo y leyendo con avidez la afrontemos en cada nuevo capítulo con cierto escepticismo y a veces desinterés por el argumento,  causado por la rutina de la vida, por la pérdida de nuestra inocencia y por la desaparición de nuestra capacidad de sorprendernos e ilusionarnos con las cosas más simples, aquellas que antes amábamos…
Y así resignados, pensamos que será difícil que en las próximas nuevas partes del libro que aún están por escribir , puedan sorprendernos con momentos buenos e inesperados sobre todo después de recordar tantos capítulos pasados vividos intensamente.

Eso hace que al final terminemos renunciando a nuestros más importantes deseos, esos que llevamos tanto tiempo ansiando,  y que desanimados abandonamos intuyendo que 
jamás se harán realidad..

Una amiga me dijo en una despedida:
la vida es sorprenderte y es lo bueno de vivir, que esas sorpresas a veces 
son mejor de lo que imaginamos
No me dio tiempo para contestarla que eso también puede pasar con lo malo, como pronosticó acertadamente el puñetero Murphy.

Cuando me enteré que la Reina de Nueva Orleans iba a venir aquí, un escalofrío me atravesó todo el cuerpo, 
como si me hubiera alcanzado un rayo.
Un recuerdo del pasado apareció al instante en mi cabeza…

...el de una tarde calurosa de verano llegando a casa desde el trabajo, después de una jornada asquerosamente agotadora que me había dejado completamente hecho puré, física y mentalmente.
Al aparcar el coche bajo los árboles e ir a descender, comenzó a sonar una voz desde un disco con canciones de Nueva Orleans 
que venia escuchando durante el camino…
Me quedé paralizado, no podía moverme, me recuerdo completamente quieto, con la cabeza recostada sobre el volante,  simplemente respirando lo justo, muy despacio, dejando que cada pequeña parte de la canción me llegara lo más adentro posible…
El piano de Allen Toussaint , el ritmo  pausado de la batería, los cálidos coros, y la aparente sencillez tan mágica y sobrenatural que poseía 
esa voz,  era algo hipnotizante…
Cuando terminó la canción, no pude bajar del coche y la volví a poner otra vez, y otra, y otra…
dejando que la melodía nacida en aquellas tierras lejanas, completamente ajena a mí,
pero que reconocía como si la hubiera mamado desde la cuna, 
me curara, me hiciera olvidar.
Tierras sureñas, bañadas por un río cuyo nombre me evocaba 
aventuras, peligros y misterios
tierras inmensas rodeadas por el Bayou,y sus pantanos

Melodías creadas en un lugar donde la magia existe, 
y las religiones y creencias han sobrevivido 
al paso del tiempo influyendo en todo.

Juro que no se cuanto rato transcurrió, 
pero sí que tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para apagar aquella música y salir con una sensación reconfortante como pocas, 
un efecto tan narcótico y sanador solo comparable  
a una larga ducha caliente,
a escuchar las gotas de una lluvia calmada una tarde de verano,  
a esperar muy cerca de la cafetera para ver como sale el café,
a abstraerte con el pequeño goteo de un grifo,
a perder la cuenta de las olas que llegan hasta la orilla de la playa,
a tumbarse bajo un buen árbol
(si es al borde de un río, eso es rozar la Gloria)
a escuchar el sonido de la noche en el campo rodeado de estrellas…
momentos fáciles de conseguir si se saben encontrar, pero tan importantes que hacen que no nos volvamos locos, que soportemos la vida de una manera diferente, nos hacen comprender que quizás las partes negativas de la vida solo pueden tener su razón de ser
para poder descubrir estos pequeños milagros.






Pd
chica tenías toda la razón,  la vida es sorprendente,
y este sueño cumplido ha sido tan especial
que ni siquiera en mis mejores deseos me habría imaginado que llegaría a realizarse algun día,
las mejores cosas nos llegan cuando menos lo esperamos ;)

























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